Continuación de la entrada 10 frases que enamoran (I)
Y sigo recopilando aquí los cinco incipits que me faltaba por poner:
6.- "Cuando vio aparecer a la india en la puerta de la choza, Lituma adivinó lo que la mujer iba a decir". Lituma en los Andes, Mario Vargas Llosa.
Reconozco
que leyendo a semejantes escritores no es difícil encontrarse con
sugerentes comienzos, inspiradores de preguntas y curiosidades que te
obligan a seguir leyendo. ¿O no te empuja esta frase a leer más?
Empecé
la parte hispanoaméricana de recopilación de comienzos emblemáticos (para mí)
con una escritora y, antes de irme a otras latitudes, termino con otra
(reconozco que hay pocas mujeres en este listado):
7.- "Iban
por los caminos del oeste sin prisa y sin rumbo obligatorio, cambiando
la ruta de acuerdo al capricho de un instante, al signo premonitorio de una bandada de pájaros, a la tentación de un nombre desconocido". El plan infinito, Isabel Allende.
Aventura.
Eso es lo primero que se conjura en mi mente, como una promesa
inaplazable, al leer esta frase de la Allende. Incluso aventuras, en
plural. Y también ese toque romántico y envidiable de vivir así, a lo loco,
sin un plan establecido, pero con un plan infinito, dejándote guiar por
la intuición, como parece que hacen los protagonistas de este libro...
8.- "Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto". La metamorfosis, Franz Kafka.
Otro
clasicazo de los inicios sugerentes que te atrapan y no te sueltan
hasta el final. Pero no por ser demasiado clásico iba a dejar de
ponerlo. Me gusta. Qué le vamos a hacer. Es que es una situación que a
poco que empatices con el protagonista, tienes que seguir leyendo para
saber qué pasa a continuación, y a continuación, y a continuación...
9.- "Era un día luminoso y frío de abril y los relojes daban las trece". 1984, George Orwell.
Tal
vez sea por la referencia al número trece, adalid de la mala suerte y
las desgracias a ella asociadas, pero cuando leí esta frase no pude
evitar pensar que algo chungo iba a pasar enseguida. Al menos yo, no
pude dejar de leer.
10.- "Si de verdad les interesa
lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo
fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de
tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso". El guardián entre el centeno, J.D. Salinger.
¿De
verdad no te enamorarías de un libro que comienza así? ¿De un libro que
promete contarte lo que quieres saber y de inmediato te lo niega? ¿No
funcionan acaso así los mecanismos más ocultos del amor? (Buf, eso sería
otro tema para otro blog menos literario... o quizás para uno más
literario que éste). Con comienzos como este no es difícil leerse obras maestras como esta.
Y
estos son las diez frases que ayudaron a que me enamorase un poco más
de la lectura (y cómo no, de la escritura) y que he tenido que dividir
en dos entradas para hacerlas más cortas... espero que a ti también te
gusten.
Un saludo y hasta pronto.
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